Sao Filipe | Cha das Caldeiras | Mosteiros | Punta Salina | Costa este |
La isla de Fogo fue descubierta el 1 de mayo de 1460 e inicialmente llamada São Filipe. De forma circular, tiene un área total de 476 km² -la cuarta en dimensión de Cabo Verde- y cuenta con cerca de 37.000 habitantes. Su capital es la ciudad histórica de São Filipe, la segunda población más antigua del país tras Cidade Velha en Santiago.
La isla, de origen volcánico como todo el archipiélago caboverdiano, es un gran un volcán todavía activo, cuya altitud máxima alcanza los 2.829 metros. El volcán, imponente, ofrece paisajes de rara belleza y constituye un importante punto de interés turístico.Cha das Caldeiras es la zona poblada más alta de la isla. Se encuentra en el interior de la Bordeira, fondo de la antigua caldera, por lo que el paisaje volcánico lo domina todo.
En Cha das Caldeiras se eleva el volcán Pico do Fogo, la mayor altitud de Cabo Verde y la mejor muestra del origen volcánico del archipiélago. En sus laderas se cultivan las uvas con las que se elabora un conocido vino de Fogo que se puede degustar en la cooperativa.Con una altitud de 2.829 metros, Pico do Fogo es el techo de Cabo Verde, y la segunda mayor altitud del Atlántico, después del Teide, otro volcán con el que guarda grandes semejanzas: ambos son estratovolcanes que se elevan en el seno de una antigua caldera desplomada, que aquí llaman Bordeira y en Tenerife se conoce como Las Cañadas.
La subida al Pico do Fogo comienza en Cha das Caldeiras, donde se pueden contratar los servicios de guías de montaña. Muy temprano, con las primeras luces de la mañana, se toma un sendero que atraviesa campos de uva y que, en no mucho tiempo, nos lleva hasta la falda del impresionante pico.Mosterios es la población más importante de la costa norte de la isla. Se caracteriza por su fértil entorno, plagado de cultivos, muchos de ellos cafetales y plataneros.
Mosteiros es el punto de destino de la ruta del descenso desde Cha das Caldeiras, lugar al que se llega después de recorrer un camino con importante pendiente que discurre entre espesa vegetación y permite conocer un entorno singular de la isla con gran diversidad natural.Se trata de la zona de baño más recomendable de la isla y su nombre evoca a las salinas de Dentre, que en su día fueron explotadas.
En Punta Salina se encuentra una pequeña playa rodeada de bellas formaciones, coladas volcánicas y un puente natural que no se escapa al objetivo de ningún fotógrafo.En la costa este de Fogo se pueden observar las distintas lenguas de lava que desde la cumbre del Pico se deslizan hasta el océano. Son la huella de las erupciones que se han sucedido desde el nacimiento de la isla hasta hoy.
Desde el mirador de Espigao, se observan lenguas de lava de diferentes épocas, muchas de ellas identificadas con las erupciones históricas de los años 1951, 1857 y 1769.